Galletas mágicas ha habido pero como las que ayer usamos para escribir aún no he visto otras. Sí conocíamos las galletitas chinas de la suerte pero...¡esa es otra historia!
Nuestras galletas están rellenas de chocolate, de energía y de ¡¡fantasía!!
Se trataba de elegir a ojos cerrados una de entre las de una caja, hacer de ella un sello mágico y, además de comérsela, escribir una historia en la que el elemento mágico aparecido en la galletita tuviese un papel relevante en ella.
Están el búho sabio, el gorro de las hadas, el libro de los encantamientos, la varita mágica, la marmita de la pócima y la luna lunera.
Como además tienen un montón de vitaminas y son pequeñitas, corremos el riesgo de tener una cantera de "cuentistas" a la hora de inventar historias para... ir a comprarlas.
Y ahora...¡me voy a leer las historias!
Si hay alguna especialmente nutritiva y mágica os la cuelgo.
2 comentarios:
Qué hermosa idea, leer historias al tiempo de saborear una galleta mágica. Ya quiero leer -y comer- una.
Con cariño,
María García Esperón
(desde Voz y Mirada)
Rosa, lo que no se te ocurra a tí, no se le ocurre a nadie. Parece una frase hecha, ¿verdad?, pero es que en este caso es cierta!!! Menuda idea más nutritiva, deliciosa, hummmm!!! por Dios, que se me hace la boca agua, y el corazón.... chocolate caliente en el que mojar las fantásticas historias que pueden salir de ahí.
Ala, otra idea que me copio yo en mi agenda "Rosa Serdio al completo, una idea para cada día y momento"(vale, vale, prometo no infringir la ley protección de derechos de ideas geniales y poner el "copy right"...no se si se escribe así, pero como tú lo vas a entender..... pues ya está)
Un cálido abrazo de papel
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