Hace mucho tiempo participamos en un concurso nacional en el que se nos proponían dos actividades creativas en torno a la magnífica obra "Industrias y andanzas de Alfanhuí" del hoy Premio Nacional de las Letras Rafael Sánchez Ferlosio.Se trataba de escribir un ensayo sobre este libro fundamental de la Literatura española o de ilustrar la obra que, por otra parte, jamás había tenido permiso de su autor para ser puesta en todo el esplendor cromático que su magnífica prosa necesita.
Daba miedo ponerse a la tarea pero, como nada se nos ponía por delante, sacando nuestras ganas de leer en colores y en formas, nos lanzamos juntos a ver florecer las patas de los muebles de cerezo o a teñir, con los colores más impensables, caminos y atardeceres.
Ahora no sé si los chicos de 13 y 14 años encuentran la GRAN OCASIÓN de enfrentarse a la LECTURA en grande que propone una obra como ésta lo mismo que tuvieron mis alumnos de entonces. La cosa fue que nosotros nos sumergimos en este enorme autor como los buscadores se lanzaron en la fiebre del oro, jugándoselo todo, a aprender de un sabio. Nos dejó asustados, conmovidos, impresionados por su prosa rica, de imágenes impactantes que dio lugar a unas ilustraciones magníficas que nos supusieron uno de los accésits nacionales. Todo un logro.
Fue así cómo también leímos, en unos libros de Alfaguara, "El escudo de Jotán" y "El huésped de las nieves" y supimos que leer es mucho más que caminar por sendas trilladas.
Todo un ejemplo el Premio de las Letras de este año. Literatura en toda su extensión que nunca vamos a olvidar.
Os invitamos a viajar con el chico de los ojos de alcaraván por las tierras donde la fantasía está en manos de artesanos y sabios. Una joya.
Nota Aclaratoria:
Recibo correo, con fecha 20/5/2011, del señor Alvar Morgan quien me indica que el cuadro que aparece en la entrada es de su propiedad, regalo del pintor Rafael Trelles. Y, tal y como me pide, realizo la aclaración. Gracias a ambos.
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