12.9.16

PREPARANDO LA MALETA DE CLASE
M Rosa SERDIO
Aunque una ande a algunas otras cosas, bien es sabido que, quienes amamos la profesión, siempre estamos en las mismas. Y, como hoy es último día de vacaciones, a mí se me van las manos, como siempre, a lo que quiero regalar mañana, que es nuestro primer día de clase: a los libros que fui coleccionando de aquí, de allá y de todas partes, a las efemérides literarias que seguro se celebrarán en la Biblio y en clase, a algunas sorpresas..., a unos sobres de colores con poemas recientes de un nuevo libro para picar la curiosidad, a unos lápices que repartiré para estrenarnos escribiendo conjuros y deseo...¡Para, para, me digo! ¡Pero si ya no es necesario que prepares, que ordenes y enumeres, que busques esa página que señalarás con esa pegatina especial, para encontrarla justo en el momento oportuno! Deja de dar vueltas al desordenado sofá donde hay de todo lo que ya no precisas. ¡Pero si ya no vas a clase!
Entonces, justamente, caigo en la cuenta de que mañana mismo, sin falta, tengo que dedicarme a otras actividades mucho menos emocionantes que abrir mi aula y poner una música para echar al verano hacia lo alto y despedirlo con la mano mientras quito las hojas del calendario hasta llegar al día 12 de septiembre.Y ahí pararme a desear a mi gente, ésa que va a clase como unas castañuelas, pasando de tanto desajuste como nos sobrevuela, que siga sin descanso poniendo sobre la mesa la rosa fresca en el florero y la caja de bombones para el recreo.
Mañana es el buen día. Espero que lo sea para todos como para mí lo fue siempre. Y aún es siempre todavía.