
Mañana sin falta, en cuanto llegue al colegio,-me dije, pasaré por el lugar del suceso a ver si han quedado señales de la transcendencia del hecho que se cuenta. Leed, leed.
El accidente
Hoy en la biblioteca,
al mediodía,
un príncipe lloraba
a lágrima viva.
Quiso salir de un libro
y pisó en falso
y se cayó rodando
por las estanterías.
El accidente
Hoy en la biblioteca,
al mediodía,
un príncipe lloraba
a lágrima viva.
Quiso salir de un libro
y pisó en falso
y se cayó rodando
por las estanterías.
¿Cómo se os ha quedado el cuerpo? Pues...como a mí.
Luego me di cuenta de que era una sección de sucesos de El País de la Poesía y que el periodista era Aurelio González Ovies.
Entonces...se me quitó el susto y esbocé una sonrisa.
Y es que... no están los tiempos para perder príncipes.¡Menos mal que nos quedan poetas!
1 comentario:
Un príncipe pisando en falso es más encantador que un príncipe encantado cualquiera.
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