Cuando se me ocurrió la propuesta de invitar a mis amigos y amigas escritores - y a otros que oficialmente no lo son - a participar en una iniciativa de la biblioteca escolar, denominada "Por el ojo de la cerradura", en la que se mostrarían sus rincones de trabajo, no sabía que Roal Dalh ya había regalado a todos sus lectores una imagen de su "santuario" literario. Grata coincidencia.
Aprovecho esta ventana mágica para agradecer públicamente (pues sé que este blog no tiene fronteras ya) a Luisa Aguilar, Pablo Amargo, Mariano Coronas, Ricardo Gómez, Marian Moreno, Gonzalo Moure, Javier Sobrino y a la mismísima Rosa Serdio, su generosidad al enviarme las fotos de sus mesas de trabajo, así como unos textos íntimos en los que cada uno nos contaba su relación con los objetos, sus rutinas, sus emociones...Un trabajo coral que sirvió para unirme un poco más a cada uno de ellos. Gracias de nuevo, corazones.
Besos colectivos.
Leticia
Besos colectivos.
Leticia
Y, como esta casa es grande, nos reunimos todos para que os imagineis dónde y cómo es nuestro espacio de trabajar, de inventar y de comunicarnos. ¡Abrid la imaginación! Rosa.
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