Hoy hemos celebrado muchas cosas y empezaremos por la última, la más importante.Hemos vivido, a pesar de la lluvia inoportuna, un Día de la Paz un poco ajetreado porque los nervios suelen jugar malas pasadas y esta semana estuvimos bastante alterados ¡Tantas cosas en el horizonte hacen temblar el corazón!Lo fundamental es que hablamos mucho del tema, escuchamos textos, escribimos poemas con mayor o menos suerte y alguno hubo que pidió ayuda a Gloria Fuertes cuyo perfume de rima invadió la hoja y¡claro! no coló como texto propio.
Entre colores, poemas a más de cuatro manos, mucho movimiento y algún altercado poco pacifista, llegamos al momento anterior a acto general en el patio. Y, como era general, apareció la lluvia que no necesitábamos porque nosotros tenemos nuestra propia Lluvia con mayúscula, como ya sabéis.
Antes de bajar, Marcelino, el profe de E. F., dijo el número de la suerte del día, que fue el de Alicia, esa chica que está la primera en la foto, para saber quién nos representaría leyendo su propio poema.
Y cuánto se merecía Ali esta suerte lo sabemos todos aunque había voluntarios para parar un tren porque aquí todo el mundo quiere participar y salir guapo en la foto. Pero le tocó a ella que siempre está ahí, tranquila y dispuesta a dar lo mejor de sí en las tareas, mejorando y superándose cada día.
Leyó la última, justo antes de que unos compañeros de 6º dijeran una frase genial para terminar la fiesta de lecturas e intervenciones que comenzó con el Director.
Daniel y Roger dijeron: Siembra la semilla de la Paz y ¡¡abónala!! Al final cantamos y bailamos la canción elegida y, para cruzar rápido el patio, la maestra nos mandó hacer una conga. Seguimos cantando bajo la lluvia y volvimos a la clase.
La foto está hecha en el pasillo y ,aunque no se nos vea muy bien, ¡¡ESTAMOS TODOS!! porque todos somos necesarios para construir la paz.
