Llevamos juntos ya unos cuantos meses y nos hemos dedicado a conocernos y a respetarnos en nuestras enormes diferencias cada día un poco más.
Nos ha costado. Y nos cuesta cada día. Cada hora...
Y aún nos queda mucho trecho que recorrer pero, dado que ya merecemos un poco de aire fresco, el pasado miércoles nos hemos encontrado las puertas dobles ¡abiertas de par en par!
Las mesas estaban puestas de otra forma y parecía que estrenábamos clase y claridad.Y así nos pasamos la mañana trabajando, viendo el movimiento de nuestros compañeros al ir y venir en los cambios de hora por el pasillo y sintiendo la vida del colegio en cada cambio de clase.
Disfrutamos de la "ampliación" del espacio y el oxígeno con todas sus energías justo el día en que los ciruelos japoneses ponían una nota maravillosa en el patio.
¡Puertas abiertas a la nueva clase de 5ºB donde, de vez en cuando, trabajamos escuchando la primavera!
Y hemos de seguir abriendo otras puertas que aún no obedecen a la voz del niño que habla con ellas.
Hoy os merecéis un abrazo y mi admiración, chicos.
Y lo prometido hay que cumplirlo. Mañana cerraremos la semana con alguna historia hermosa y otra jornada de puertas abiertas.
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