Primero fue un texto con un título que nos venía que ni pintado en un día otoñal de mayo: Verdor en la grisura.
Y luego, cuando ya teníamos más captado el tono con que escribe este inmenso poeta y habíamos afinado la atención que es necesaria para escuchar o leer poesía, pasamos por unas definiciones mágicas que, por hoy, acabamos con la de luz, quizá porque el día estuvo muy oscuro hasta la tarde de sol radiante
Sobre el espacio del segundo
el tiempo
deja caer la luz sobre las cosas.
Estas palabras tan hermosas salían, lentamente, de un libro que la maestra nos trajo de Oviedo para celebrar el Premio Cervantes del poeta de los mayores que, además, escribe para que los pequeños disfrutemos sintiendo su mundo y escribiendo sobre el nuestro.
1 comentario:
Y que bien gotea
la poesía de acá
cuando la conviertes
en poesía de allá.
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