Nuestro amigo Aurelio G. Ovies nos ayuda a saber de qué clase es el frío que nos acecha. Nos da recetas para combatir, con diferentes armas, estos fríos que nos hacen más fuertes.
De los naturales del invierno hemos de gozar para hacernos resistentes y de los otros, sobre todo, aprender para que los días de sol nos encuentren dispuestos para florecer. Gracias, maestro.
Es distinto el frío
que te da en la cara
del frío que dejan
las cosas amadas.
Es distinto el frío
que cala en el alma
del frío que entra
por una ventana.
Es distinto el frío
de por la mañana
al frío que, a veces,
provoca una lágrima.
Es distinto el frío
de una gran nevada
del frío que se enciende
por una distancia.
Son fríos distintos
porque uno no daña
y el otro te duele
y te deja marca.
Uno no se quita
más que con el tiempo,
o con la esperanza;
otro lo quitamos
poniendo un abrigo,
pijama o bufanda.
De los naturales del invierno hemos de gozar para hacernos resistentes y de los otros, sobre todo, aprender para que los días de sol nos encuentren dispuestos para florecer. Gracias, maestro.
Es distinto el frío
que te da en la cara
del frío que dejan
las cosas amadas.
Es distinto el frío
que cala en el alma
del frío que entra
por una ventana.
Es distinto el frío
de por la mañana
al frío que, a veces,
provoca una lágrima.
Es distinto el frío
de una gran nevada
del frío que se enciende
por una distancia.
Son fríos distintos
porque uno no daña
y el otro te duele
y te deja marca.
Uno no se quita
más que con el tiempo,
o con la esperanza;
otro lo quitamos
poniendo un abrigo,
pijama o bufanda.
1 comentario:
Es verdad, no es el mismo frío...
Un ramillete de metáforas y de imágenes poéticas, preciosas!!!
Felicidades Aurelio y FELICES FIESTAS.
M. Roser
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