En pocos minutos se celebrará en el Teatro Campoamor de Oviedo la entrega de los Premios Príncipe de Asturias 2009 y mañana nuestros vecinos de Sobrescobio acogerán la visita de los Príncipes por ser los galardonados con el Premio al Pueblo Ejemplar de este año.
En el Teatro Campoamor de nuestra capital se reúnen la Naturaleza y la Ciencia, el Deporte y la Cooperación, la Literatura y la Concordia, la Comunicación y la Investigación Ciéntífica en una FIESTA de lo internacional porque se reconoce aquello que derriba las fronteras y los muros, estén éstos en Berlín o en la mente de las personas.
Gracias a las ideas innovadoras de algunos de los premiados este año el mundo cambió de forma total. De la mano de otro de los premiados entramos en contacto María Gª Esperón y yo en un proyecto de Literatura que ahora precisa celebración con productos de la tierra porque, además, México tiene un gran premiado este año: su Universidad hermana de la nuestra.
Gracias a la tecnología es posible que, en unos instantes, podamos ver el trabajo de conservación de la Naturaleza que el mundo precisa o vibrar con la energía de la brillante deportista galardonada este año.
Estos premios, que para los asturianos son una cosecha de otoño y que celebramos como si de una esfoyaza se tratase, con alegría por los frutos recogidos y con la emoción de volver a encontar a los amigos, nos producen la emoción de ver cómo cada año se levanta el edificio solidario del reconocimiento a hermanos de lengua o de espíritu, se acogida o de servicio, de investigación o de creación de sueños sobre el papel o en el incierto vacío.
Por eso para nosotros TODOS los galardonados forman parte, como Sobrescobio, de esa Reserva de la Biosfera humana a la que homenajear, agasajar y con la que brindar por un mundo más imaginativo pero que conserve sus raíces bien hincadas en la justicia y la solidaridad. Sin ellas no hay creación ni avance posible. Sin ambas no hay posibilidad de sentirse humanos.
Para Berlín, la OMS, Yelena Isinbayeba, la UNAM, David Attemboroug, Ismail Kadaré, Norman Foster, Raimond Tomlinson y Samuel Cooper hoy será un día inolvidable.
En el Teatro Campoamor de nuestra capital se reúnen la Naturaleza y la Ciencia, el Deporte y la Cooperación, la Literatura y la Concordia, la Comunicación y la Investigación Ciéntífica en una FIESTA de lo internacional porque se reconoce aquello que derriba las fronteras y los muros, estén éstos en Berlín o en la mente de las personas.
Gracias a las ideas innovadoras de algunos de los premiados este año el mundo cambió de forma total. De la mano de otro de los premiados entramos en contacto María Gª Esperón y yo en un proyecto de Literatura que ahora precisa celebración con productos de la tierra porque, además, México tiene un gran premiado este año: su Universidad hermana de la nuestra.
Gracias a la tecnología es posible que, en unos instantes, podamos ver el trabajo de conservación de la Naturaleza que el mundo precisa o vibrar con la energía de la brillante deportista galardonada este año.
Estos premios, que para los asturianos son una cosecha de otoño y que celebramos como si de una esfoyaza se tratase, con alegría por los frutos recogidos y con la emoción de volver a encontar a los amigos, nos producen la emoción de ver cómo cada año se levanta el edificio solidario del reconocimiento a hermanos de lengua o de espíritu, se acogida o de servicio, de investigación o de creación de sueños sobre el papel o en el incierto vacío.
Por eso para nosotros TODOS los galardonados forman parte, como Sobrescobio, de esa Reserva de la Biosfera humana a la que homenajear, agasajar y con la que brindar por un mundo más imaginativo pero que conserve sus raíces bien hincadas en la justicia y la solidaridad. Sin ellas no hay creación ni avance posible. Sin ambas no hay posibilidad de sentirse humanos.
Para Berlín, la OMS, Yelena Isinbayeba, la UNAM, David Attemboroug, Ismail Kadaré, Norman Foster, Raimond Tomlinson y Samuel Cooper hoy será un día inolvidable.
2 comentarios:
¡Viva Asturias! ¡Viva la UNAM!
Y a ti, un abrazo tan grande como la distancia que nos ¿separa?
Que vengan más proyectos, más festejos, más encuentros, queridísima Rosa!
Descorchando sidra dorada, escanciando místico tequila,
María
Me uno, como siempre, a esa celebración y a ese brindis que propone María. Lo del brindis es real, yo hoy lo haré con champagne, con mis hijos y mi marido.
Un cálido abrazo de papel, Rosa. Estupenda entrada, muy emocionante y con mucho "contenido"
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