
Es una idea de su amigo Mariano Coronas que ya ha estado de visita en nuestra clase, cosa que nos hace mucha ilusión y al que damos las gracias por sus ideas.
La contraseña tenemos que decirla antes de entrar en clase y la traemos copiada en papelitos especiales con los que vamos hacer murales con cada clase de contraseña. Los primeros nos los regaló la maestra y el resto los diseñamos nosotros.
Nos divertimos nucho viendo cómo los compañeros más pequeños nos ven en la fila diciendo nuestro cuarteto, el terceto solicitado o el pareado, como esta mañana que llovía mucho y había mucho movimiento a la entrada.
Alguno estuvo a punto de tener que alquilar el banco del pasillo por falta de previsión y olvidarse de que, como ya somos de sexto, además de decir la contraseña, hemos de ponerla sobre un soporte especial y no olvidarnos de citar su autor.
Aunque siempre está el listillo que, en caso de duda u olvido, pone anónimo y que es pillado rápidamente por la maestra que está ojo avizor y que, en otras ocasiones, nos recita la continuación del poema del que hemos sacado la contraseña.
Es una manera especial de entrar a clase poco a poco, escuchando a los demás y probando nuestra memoria.