Para eso repasamos, mientras la maestra nos contaba situaciones verdaderas, la Declaración de los Derechos de los Niños dando un paseo por cada uno de ellos.
Tratamos de ver si nosotros no disfrutábamos de alguno de ellos y descubrimos que, por suerte para todos, tenemos un buen equipo de gente adulta que nos respalda en todo momento.
Creo que también hemos aprendido muchas cosas poniéndonos en la piel de los demás, es decir, caminando un ratito con los zapatos de otro.
En nuestro caso fue sin zapatos porque escuchamos contar la historia de un niño marroquí, que ahora es un profesor amigo de la maestra, que tuvo sus primeros documentos oficiales de reconocimiento como persona a la vez que sus primeros zapatos. Fue un niño inexistente casi catorce años y trabajó en un horno de pan desde los cinco para poder comer algo caliente.
Por eso en el DÍA de hoy estuvimos atentos, emocionados, tristes y alegres según el momento porque, desde nuestro mundo de niños con tanto apoyo, comprendemos a los demás y siempre intentamos COMPARTIR para ser mejores y más justos.
¿Y dónde estaba David que hoy no vino a clase? Pues...lo podéis ver en el blog del colegio contado por él y por Alejandro de 6ºA http://www.cpelenasancheztamargo.blogspot.com/