Primero la invitación. Es que no podéis pasar sin venir a disfrutar de la luz que hay durante el otoño por nuestra tierra. Además, tenéis la excusilla de venir a tantear el ambiente que rodea a los Premios Príncipe de Asturias. Merece la pena echarse una cámara a la mano y captar la maravilla de nuestro paisaje y la mirada de los ilustres que, cada año por estas fechas, andan tranquilamente por nuestra querida capital.
Hoy hemos estado hablando en clase del Nobel de Medicina de este año, de lo bonita que es la ciudad de Estocolmo, de lo impresionante que es su Ayuntamiento, que es donde se entregan los Premios Nobel. La maestra, que ha estado por allí de turismo, nos animó a visitar la ciudad. Dijo que era la que tenía el agua más limpia de Europa, que tiene un puerto magnífico y unos cuantos etcéteras para hacernos la boca agua.
Luego hicimos una comparación entre Estocolmo y Oviedo, entre el Nobel y el Príncipe, el teatro Campoamor y esos lugares un poco inalcanzables que suenan como a leyenda donde los más ilustres de los sabios actuales reciben medallas y diplomas, además de los honores correspondientes que, a veces, son lo más valioso.
Pues bien, os invitamos a tocar casi con la mano a los premiados que este año son...pues tan importantes como los de años anteriores. Y, si os animáis, venid a ver la Casa Museo de don Armando Palacio Valdés en Entralgo, cerquita de nuestro colegio.
Seguro que no os defraudarán ni el paisaje ni las personas ni las cosas riquísimas que el otoño trae a estas tierras del norte. La foto es de José Miguel Gª Paz. Picos de Europa.