2.1.08

TINA GARCÍA

Las fiestas navideñas dan para mucho. Y si no, que se lo digan a cada niño, a cada niña y a la cantidad de sueños que han sido capaces de tejer desde que se abrió este tiempo feliz para la magia y las ilusiones. A veces uno tiene que estirarse un poco para poder ponerse a la altura de los niños y, cuando eso sucede, cuando somos capaces de ascender a su talla de creadores, suceden momentos mágicos que se conservan intactos hasta que, pasado mucho tiempo, otro de más intensidad llegado de su mundo, es capaz de apartarlo y colocarlo en segundo plano.
Eso me ha sucedido hoy a mí cuando hoy he recibido un correo de una desconocida Tina García. Busqué en mi memoria y sólo surgía en ella medio nombre y el mismo apellido.¿Era la misma persona quien escribía? Pronto se aclaró el misterio. Era la misma y, a la vez, era otra.
Un detalle unía, como cordón umbilical nutricio, a las dos personas: el mundo de la imagen, la ilustración daba una mano a la pequeña y otra a la joven García.
Recordaba de su estancia en el Colegio tantos dibujos, tantos personajes, tantas ganas de convertirse en ilustradora. Y ahora que, como alumna de la Escuela Massana de Barcelona, hará realidad su sueño de niña teniendo como profesora a su admirada Noemí Villamuza siento que está en el camino que siempre soñó.
La ilustración que acompaña este texto es la metáfora de esta idea: Siempre hay que elegir las ideas altas, trabajar por llegar a capturar los sueños y hacerlos vivir en el mundo real.
Y esta imagen será la que sustituye a las que yo tenía de tantos y tantos trabajos hechos por Cris en mi clase. Suerte y colores para tu vida, Tina.