Como yo, muchos otros maestros que hemos tenido el gozo de haberla escuchado decir la poesía como ella sola sabía hacerlo, quisiéramos hoy rendirle un homenaje pero seguro que sólo nos llegan recuerdos a la garganta.
De la primera vez que estuvo con nosotros en Oviedo, en los comienzos de mi etapa como maestra, recuerdo su gran conocimiento del mundo de la PALABRA y de sus implicaciones emocionales, de sus poderes, del valor que transmite, de la importancia de respetar la tradición...¡de tantas cosas que me han dado tantos recursos en mi vida profesional! Y todo ofrecido en su palma, con la elegancia del saber dar, con la cadencia del que sabe compartir.
Así que hoy, justo cuando acababan de salir de mi clase mis chicos de sexto, leí el mensaje de su
fallecimiento y pensé que sería un buen homenaje decirle que, de sus vacaciones de verano, llegaron a la clase algunos de estos chicos con "Huerto del limonar" bajo el brazo.
Cito, para terminar, su opinión acerca de la desaparición de la tradición oral:
"No nos tenemos que afligir. Hay cosas que se extinguen, reviven, mueren, renacen...como la vida."
Estoy segura de que, sin ti, la vida de muchos de nosotros habría sido mucho menos bella. Descasa en paz, maestra.