20.1.13

ECHANDO LA VISTA A COCENTAINA

UN RECUERDO ESPECIAL
Era tarde ya porque las sesiones del I Encuentro de Poesía Infantil Versos en Nubes de Colores organizado en Cocentaina por Dolors Insa, la Bibliotecaria de esta hermosa población alicantina, se alargaban en unas cenas inolvidables donde los ponentes y amigos asistentes vivimos momentos coleccionables.
El día de esta foto llegamos al hotel y había una luna de queso en el cielo.
¡¡Y teníamos deberes que hacer para el día siguiente!!
Todo el mundo sabe que un buen asistente a unas Jornadas prepara sus intervenciones, hace sus deberes y cumple con lo prometido, además de relacionarse con todos los amigos que allí se encuentran
Yo tenía un encargo que llevar al día siguiente y, altas horas de la noche, nos pusimos Celia López y yo a realizar un cartel enorme con un hermosísimo poema titulado "Hora bruja" que llevaba de regalo para Dolors y los asistentes de parte de Aurelio G. Ovies.
Y lo hicimos, naturalmente, de unos cuantos metros para el hall de la preciosa Biblioteca Pública de Cocentaina.
En la foto estoy haciendo una copia de ese poema especial para que Dolors tuviera su collar de versos mientras el papel azul cielo espera a ser hogar amable de los versos que copio a continuación.
HORA BRUJA, LA POESÍA
Es una hora meiga,
es una hora bruja.
Cerramos el mundo
y a nuestra burbuja.

No es porque sea fea
o tenga verrugas
o vuele en escoba
o huela a tozuda.

Allí cocinamos
sopa de petunias,
requemamos sueños
con versos y azúcar.

No es a media tarde,
tampoco a la una,
es como a caballo
del siempre y del nunca.

Pero es un secreto
nuestra hora bruja,
es una hora vieja,
una hora mayuca.

En ella nos caben
la tierra y la luna
y armarios repletos
de viento, de bruma,

miles de recetas
para travesuras
y cientos de planos
con mágicas rutas.

Subimos a montes,
cruzamos llanuras
y está prohibido
que nadie se aburra.

Nada de tristezas
ni mentira alguna;
nada de enfadarse
en la hora bruja.

En ella no hay prisa
ni penas ni
dudas
ni miedo
ni sustos
ni gripe ni culpas.

Procura encontrar
también tu hora bruja,
es como un jarabe
que todo lo cura.

Aurelio G. OVIES

Han pasado dos años y algo más pero, por ser hoy, me apetece mucho haceros partícipes de lo que pasó en una de aquellas noches de luna.
Y hoy volvería a repetir por el gustazo de conocer al grandísimo Juan Carlos Mestre, hablar de nuevo con mi amigo maestro Mariano Coronas, abrazar por fin a Pedro Villar tras muchas cartas y mensajes, descubrir la elegante sabiduría de Miquel Desclot, charlar a ratos perdidos con Dolors Insa, pasear Cocentaina con sus balcones llenos de poemas recuperando con Celia los tiempos en que trabajábamos juntas en Pola de Laviana y hacíamos los diseños de actividades en un autobús camino de Oviedo.
HOY TOCA RECUERDO
¡¡Y va por vosotros, queridos amigos!!
 

2 comentarios:

Pilar dijo...

Cual tela de araña la web entreteje finos hilos que se entrecruzan y enlazan uniéndonos y poniéndonos en contacto.
Conocí a Sàlvia (Dolors)virtualmente y posterioremente tuve la inmensa alegría de poder abrazarla cuando vino a dar una charla a los Valles (Valencia)lugar donde vivo y trabajo. Me encantó poder abrazarla y compartir alegrías e ilusiones.
Sigo a diario sus pasos en FB y en los comentarios te encontré a tí, Rosa y ahora tengo otra fuente de inspiración.
Hoy veo tu entrada y me empuja a enviaros todo mi agradecimiento por compartir vuestra sensibilidad, buenhacer y dar un toque especial a cada día.
Un abrazo para tí y para tus alumnos desde este pequeño paraíso rodeado de naranjos, protegido por montañas y que se abre al Mediterráneo
Pilar

Celia López dijo...

Imposible olvidar una noche como aquella. Forma parte de mis recuerdos más preciados. Intensidad, risas, cariño, complicidad, deseos, esperanza eran alumbrados por esa luna en aquellas horas brujas.
¡Cuántas veces la recordamos y volvemos a saborear los dulces vestigios de ese recuerdo!
Fue el principio de algo hermoso, que se mantiene y se anuda y desanuda en otros momentos, en otros abrazos, en otros versos!
Quedó la firme promesa de repetir y en ella continuamos