29.10.12

MIGUEL HERNÁNDEZ: REGRESA.


Hoy echamos a andar en la celebración de Aniversario de Miguel Hernández leyendo el libro de un profesor amigo, Pedro Villar, como puerta a los que llegaron luego y vendrán mañana, a las lecturas de poemas elegidos por cada uno de los buscadores que también mañana darán prueba de sus pesquisas y los que nos llegarán con el paso de los días que el curso tenga hasta junio.
Un poeta es la orilla de tu camino y es mucho poeta el de Orihuela como para contentarse con poca cosa. Creo que un poeta comprendido y amado puede dar la idea de los mundos de casi todos los demás que se lean después. Y cada uno de nosotros empieza a leer poesía cómo y por donde la suerte o el azar nos convocan.
Por el color de sus ilustraciones, por el tono de sus versos, por su contenido emocionante y veraz sobre la vida del poeta de Orihuela, el libro de las 48 estampas sobre Miguel Hernández es ideal para empezar a conocer y a querer a un Miguel como Hernández, a un pastor como hombre, a un escritor como pueblo.
Luego comencé al leerles una biografía escrita, con mimo y con talento, por un gran especialista en todo lo referido a Hernández, el profesor José Luis Ferris de la Universidad de Alicante y publicada por Anaya. Para niños, sí, pero no infantilizada. Emocionante, sabia y potente biografía aunque parezca pequeña.

 Y llegamos justo a la mitad porque mañana, de nuevo, tendremos voz para los versos y la vida de Miguel, para sus nanas, para los cuentos escritos a su hijo, para sus versos de amor, para sus textos de lucha o para lo que vaya viniendo.
Hoy terminamos con ese último verso de Canción última ¡Dejadme la esperanza! y quizá mañana comencemos con una llamada de amor del poeta que nos sigue convocando a la vida y a la palabra.
DIME
Dime desde allá abajo
la palabra te quiero.
¿Hablas bajo la tierra?
Hablo con el silencio.
¿Quieres bajo la tierra?
Bajo la tierra quiero
porque hacia donde corras
quiere correr mi cuerpo.
Ardo desde allí abajo
y alumbro tus recuerdos.

1 comentario:

Pindesierra dijo...

El rayu qu’anecia


...Vas posar na figar de la mio era:
pelos arrecendores de les flores
esnalará la to alma truebanera

d'anxelicales ceres y llabores.
P’allugar al arrullu de les rexes
de dellos namoraos llabradores.

A allegrar la solombra de les ceyes,
la to sangre acompaña a cada llau
dixebra la to moza y les abeyes.

El to corazón nidiu yá frañáu,
glaya a un campu de peres burbuyoses
la mio afanosa voz de namoráu.

A les alaes almes de les roses
de la peral de nata, torna al ñeru,
que tenemos falar de munches coses,
compañeru del alma, compañeru.


Pindesierra