En un día excelente, como el que tuvimos nosotros, el privilegio de acercarnos a la pulchra leonina viniendo por la parte posterior, leyendo las diferentes informaciones, viendo las huellas de los peregrinos, gozando con los exquisitos arbotantes y pináculos, con el reloj y el silencio de la plaza que pronto os encargamos de romper.
http://youtu.be/F2wrKofGsgE Luego, pudimos pasearla por dentro despacio, con los pies y con los ojos, contando las historias de cada vidriera, viendo las especies de árboles representadas, los rosetones a la luz de la tarde, escuchando la leyenda del famoso topo que destruía lo construido, visitando las diferentes capillas de la girola, observando la belleza escultórica de la Virgen Blanca del parteluz y la peculiaridad de la Virgen embarazada...
La tarde se nos iba pasando en un escenario que muchos hemos recorrido muchas veces pero al que volveremos porque es un libro en piedra viva, un libro donde la Historia se respira y se escucha discurrir. Y luego, a la Plaza, donde teníamos una sorpresa en forma de amiga leonesa con la que la maestra tenía una cita para sorprendernos.
1 comentario:
Me encanto el viaje.
Sobre todo la catedral y estar con mis amigos.
Siempre recordare a Sergio Riveira y a los amigos que he dejado en el cole.
Hasta siempre colegio, hola instituto.
Besos y abrazos.
Diego
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