y cuando no, también suena su voz.
Son los que sabes que están
aunque ya se hayan ido.
Son los que leyeron por ti
y te contaron lo bueno.
Son los que subieron contigo
montañas inexistentes.
Son ésos que hablan con sonrisas
y guardan sus penas. ¡Y lo sabes!
Son los que no tienen apellidos
aunque dos tengan por su parte.
Son los que viajaron para ser
y ahora nos vuelven cada año.
Son los amigos que, como Daniel,
tan sólo están de viaje
y no se han ido.
Para Daniel Menéndez Vigil.
In memoriam, en los primeros días de la otoñal primavera de dos hemisferios.
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