HAY que dar un paso adelante cuando ves los ojos de los niños brillar aunque los tuyos brillen por otros motivos.
HAY que inventar la ilusión y los momentos especiales que ellos guardarán como tú tienes ahora los tuyos, regalados por tus mayores.
HAY que ganar esas pocas horas disponibles leyéndoles cuentos hermosos y haciendo que el corazón sueñe porque la verdadera Navidad siempre es un regalo de los mayores a los niños y porque, sin ella, cada año sería uno menos en nuestra vida. Tal vez por eso ya merece la pena vivir intensamente estas fiestas.
Mi felicitación para los amigos de esta clase de quinto y sexto. Gracias. Rosa.
Si quieres leer la postal, clika sobre ella.
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