11.10.09

AMIGOS DE OTOÑO: ANTONIO GAMONEDA

Por cuarto año consecutivo, nos visitó don Antonio Gamoneda para compartir charla, enseñanzas y amistad y el prodigio de su voz cuando recita.
La Asociación Cauce del Nalón, organizadora del acto nos reunió en la Casa de la Cultura de El Entrego sita en su Biblioteca y allí nos reencontramos con el poeta.
No se le olvidaron a don Antonio sus "nietas" lavianesas y me preguntó por aquellos chicos y chicas, alumnos de mi clase de 6º de entonces, que habían puesto imágenes ahora hace tres años, al libro "Cecilia" dedicado a su nieta.
Luego escuchamos a Julio Arbesú que nos habló de su itinerario de comprensión de los poemas del autor y, finalmente, éste nos amplió detalles sobre los hechos que se cuentan en "Un armario lleno de sombra" su autobiografía de infancia.
"La poesía entro en mí al mismo tiempo que la lectura porque, para los niños nada es extraño"- nos dijo en un momento en que recordaba para nosotros cómo aprendió, casi solo, a leer en un libro de poemas de su padre, el único equipaje con el que contaba tras el doloroso exilio.
Esta afirmación me hizo pensar en la cantidad de textos insulsos que se utilizan actualmente para enseñar a leer a los niños. Es una pena, contando como contamos con los luminosos textos de nuestros magníficos poetas, que los niños entienden porque sienten que allí, en esas frases a su medida, hay magia, suspense, emoción, algo vivo que late y está a punto de char a volar o de hacerse real.
¿Y quién no he llevado en su boca una frase durante días porque el hechizo de lo no entendido le hizo no poderla olvidar hasta que, comprendida por sensibilidad, se le encarnó para siempre en su vida literaria y personal?
¡Qué suerte tenemos quienes podemos sentir que la palabra o lo es todo o no nos sirve en esta vida de prisas sin sentido cuando se nos ofrece, en mano y como un ¡buenas tardes! en boca de un gran poeta!
¡Y qué bien se llevan nuestra luz de otoño y la palabra esclarecedora de Gamoneda!
En la imagen el poeta firmando ejemplares.

1 comentario:

M. Roser dijo...

Es curioso como a veces entramos en el mundo de la poesia. Yo la descubrí por mi madre, que recitaba de memória unos poemas muy largos del único libro que tuvo en su níñez. Sólo fue a la escuela medio año.
Que la poesia nos lleve de la mano.
M. Roser