PABLO NERUDA: AQUÍ UN AMIGO

Hoy es su cumpleaños. Como decía el otro gran Pablo del trío, P. Picasso, el que es joven lo es para siempre y así siento yo el espíritu de Neruda: ni una arruga en su esplendor.
No pasan los años por sus versos ni por su fuerza ni por sus preguntas, que fueron las primeras que descubrí y que me hicieron pensar que la poesía era el más allá de las cosas de andar por casa, la otra visión.
Recuerdo un verano en Santander con todas las mañanas para mañanear y las tardes para leer. Y allí me esperaba el hombre de ese verano y de los años siguientes, porque Pablo Neruda siempre tiene para mí la mejor palabra fresca del mercado y, abra por donde abra alguno de sus libros, siempre me deja una pregunta o una imagen para regocijarme en ella durante el día por sus hallazgos sonoros, por la energía y la fluidez de su río inagotable de palabras.
Así que, Felicidades, Pablo en tu día y gracias por haberme dado la oportunidad de utilizar de forma especial el punto de interrogación.

¿Qué pasa con las golondrinas
que llegan tarde al colegio?

¿Quiénes gritaron de alegría
cuando nació el color azul?

¿Es verdad que el ámbar

contiene las lágrimas de las sirenas?