29.6.09

ENTREGA DE EXPEDIENTES

Hoy era el primer día en que podíais empezar a venir a recoger vuestros documentos y el primero para decir que, oficialmente, ya no sois alumnos nuestros.
¡Qué tonterías! Si yo sigo siendo aún alumna de la escuela de mi pueblo, del camino que subía hasta ella lleno de piedras y de ortigas, de los cerezos de Amor donde cogíamos las primeras cerezas cada año, eso sí, con permiso de los tordos.
Aún soy alumna de aquel colegio enorme a donde llegué con mis nueve años, mis largas trenzas, (sí, sí, las de la foto que hay en clase...) y el miedo a perderme por los larguísmos pasillos y las interminables filas de entrada. Si aún juego partidos de baloncesto en su cancha blanca...
También continúo siendo alumna de la Escuela de Oviedo donde estudié con tanta ilusión para empezar a ser lo que soy: vuestra maestra. Y de los campus de París o Grenoble, Salamanca o Madrid.
Así que...espero que, aunque tengáis muchos profesores, sigáis siendo alumnos de donde os dé la gana, de donde os lata el corazón sólo de pensar en volver a sus pupitres o a sus parques, sus jardines o sus noches de estudio de fin de curso o a sus partidos de 1 a 2 en el mes de junio.
Espero que vengáis a recoger vuestros documentos porque son el pasaporte a otros lugares de aprendizaje y también espero que ésta siga siendo vuestra escuela, aunque la llamen colegio y nosotros sigamos siendo vuestros maestros aunque nos llamen profesores.
Ilustración El maestro de escuela René MAGRITTE
Sigue en pie lo del abrazo y hoy ya hubo gente que lo vino a probar.

2 comentarios:

ASUNCION dijo...

¡¡¡qué hermosas y sabias palabras, Rosa!! Yo sigo sin acostumbrarme y cada vez que piso el patio, las escaleras de acceso a la entrada, las de subida a las aulas y al despacho de dirección de mi colegio(ahora por motivos profesionales de trabajo)....un sin fín de sensaciones, de voces, de olores se agolpan en mi cabeza y hacen que mi corazón sienta un "pellizco" de ilusión infantil.
Ahhhh(suspiro)¡¡que felicidad contenida me inundan por unos minutos. Y, luego, hala, con energías renovadas,,,,a seguir trabajando.
Un cálido abrazo de papel, también ahora que el curso acabó.
Nota: tienes la cualidad, la virtud, o los muchos años de búsqueda infatigable, de incñuir en tus entradas unas maravillosas imágenes.

María Teresa Fuenmayor T. dijo...

Qué hermoso escrito, lleno de dulzura, nostalgia, sobre todo de amor que destila de cada palabra. Gracias por compartirlo.