12.1.09

UN AÑO SIN ÁNGEL

Al contrario que el 12 de enero pasado, quiero poner la página en marcha para RECORDAR, que es una manera de hacer vivir. Hoy voy a revivir al poeta Ángel, al hombre Ángel, al maestro.

Recuerdo a Ángel González en su última visita a Langreo, recuerdo su paso tranquilo, su voz como de druida de las palabras, recuerdo su ritmo al leer sus poemas, recuerdo el silencio en el que volaban los versos libres, un tanto sorprendidos de ver un salón de actos lleno para oír poesía, para aprovisionarse de buenos recuerdos.
También recuerdo los textos que leí siendo todavía una niña, siento aún el regusto que me dejaba la forma llana y sencilla de usar las palabras para decir, de esa manera, tan con ángel, lo concreto de la vida fuera dulce o agridulce las más de las veces.
Hoy recuerdo al hombre Ángel, el que sigue presumiendo de amigos y de noches, de países y de su ciudad, que es un poco la mía.
Por eso, para recordarle, leeré y esperaré leyendo sus poemas a que llegue la primavera que ya parece que se acerca en su último libro "La primavera avanza" Visor.
Es lo ideal para un día de recuerdo y nieve. Lo mejor para que viva en el tiempo.

BOSQUE
Cruzas por el crepúsculo.
El aire
tienes que separarlo casi con las manos
de tan denso, de tan impenetrable.
Andas. No dejan huellas
tus pies. Cientos de árboles
contienen el aliento sobre tu
cabeza. Un pájaro no sabe
que estás allí, y lanza su silbido
largo al otro lado del paisaje.
El mundo cambia de color: es como el eco
del mundo. Eco distante
que tú estremeces, traspasando
las últimas fronteras de la tarde.
Ángel GONZÁLEZ