Hoy hemos vuelto a clase un poco dormidos, como si la tarta de Pascua hubiera tenido algún ingrediente mágico.Por eso, creo, no hicimos algunas cosas de las que teníamos programadas y para las que se requieren antenas más frescas. Eso sí, trabajamos bastante en los ejercicios de repaso, hablamos sólo un poco de las vacaciones y, después de la hora de E.F. estuvimos viendo cómo andaban unos poemas estupendos que nos aprendimos en vacaciones. Lo primero fue recitar el poema colectivo que quedó bastante majo y luego, empezando por los más cortos, fuimos viendo que cada uno de ellos tiene su vida propia, su propio ritmo, su especial forma de ser dicho, su universo en cada estrofa. Algunos de los que habían elegido poema largo comentaron sus problemas a la hora de memorizarlo y la maestra les fue dando ideas para hacerse con el texto, para verlo en sus detalles, para aprender a sentirlo antes de decirlo.¡ Y se nos fue la hora en un periquete!
Como afuera hacía bastante mal día,
nos abrigamos con el regalo de la poesía.
Ilustración de Renée NAULT
