Son días para hacer rutas, como hoy han hecho los medianos del cole o para llegar a trabajar con los ojos llenos de
magia.
magia. Es la suerte de tener unos alrededores por donde han caminado los personajes de la novela más famosa de Palacio Valdés.
Desde hace unos días coincido con esta madre y este niño en nuestro camino hacia el colegio y su paso tranquilo y su conversación relajada dan contrapunto y equilibrio humano a la belleza explosiva de los árboles.
También coincido con estos árboles que, día a día, van dándonos un recital de belleza y de magia antes de la pérdida de sus hojas que alfombran y tiñen la acera de siluetas sugerentes.
Con una mirada al monte y la magia en el bolsillo se va muy tranquilo a clase.
Es la suerte que tenemos en Pola de Laviana donde el otoño es una paleta de pintor.
2 comentarios:
Disfruto mucho cada palabra.Leo y releo y siempre encuento algo nuevo.Una belleza.Gracias.Ricardo.
¡Que envidia! Maribel
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