De cuando en cuando es bueno hacer maletas para ver con qué pocas cosas podríamos vivir.
Así que, voy a buscar algunos rinconcitos de cielos más claros con los que llenar la mía para poder vaciarla, a la vuelta, en mi patio de luces donde ahora truena la tormeta.
Quizá algún día me asome a esta ventana para colgar algún libro nuevo.
Si no lo hago es que la maleta aún sigue vacía de novedades y llena de esperanza.
Buenas vacaciones o buen trabajo, que ambas cosas son estupendas.
Rosa
1 comentario:
Hola ,no se quien eres ,pero por casualidad encontré este blog y en él algunos posts muy bonitos, especialmente este. Me encanta la prosa poética...Yo siempre hago mis incursiones digitales en catalán, pero como veo que eres de Astúrias...
Saludos con calorcito veraniego.
M. Roser
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